Metafóricamente hablando, entiendo el sistema del arte como un cubo rubik, para lograr que cada lado sea de un solo color, es necesario ir combinando elementos distintos, un juego que requiere de paciencia y práctica.  

En cuanto a mi conocimiento sobre el sistema del arte, me siento identificada con esta metáfora puesto que desde hace años me dedico a varios ámbitos, acumulando diversas experiencias que van enriqueciendo mi conocimiento sobre cada uno de ellos. 

Por otro lado, la felicidad y pasión con la que vivo el arte son motores gracias a los que me presto a considerar diversos retos como objetivos asumibles.  Sin llegar a ser una experta en un sólo campo, debido a una trayectoria polifacética,  y gracias a la capacidad para relacionar conceptos e ideas, así como de un espíritu creativo,  me considero una profesional del arte versátil y adaptable.  

Esta visión y una actitud activa y abierta, me han llevado a realizar trabajos de diversa importancia y dificultad y a ir avanzando en el camino puesto que cada pieza, no por ser menor, ha sido relevante. Por ejemplo,  y escogiendo los extremos, iluminar o colgar un cuadro, embalar o recibir y almacenar  una obra, hasta dirigir un museo o desplazarme a otros países para investigar arte emergente y censurado.

Mi manera de trabajar busca la excelencia, tanto en la gestión o coordinación de un proyecto, como creando mis propias obras. En ambos casos soy fiel a mi personalidad, ofreciendo lo mejor de mi, siendo consciente de que cada paso es un aprendizaje para avanzar en el conocimiento global y que la paciencia y la humildad son claves, de nuevo apoyándome en metáforas, para ir subiendo la montaña.